Mascarillas. Información. Fabricación.
Mascarillas. Información, fabricación.
Las
mascarillas han tenido escaso protagonismo hasta el momento en la pandemia. Se
han oído algunas cosas, en buena medida contradictorias. Se han hecho muchas
bromas en torno a su confección casera, y puesto como ejemplo de reciclaje
artesano y espíritu de colaboración. Pero con alguna profundidad, al menos al
nivel de gran difusión, poco se ha hablado más allá de que no había y,
consecuentemente, no se podían comprar. Como tampoco se puede salir durante el
confinamiento, ni ninguna norma imponía su uso en las salidas ocasionales por
necesidad, no han merecido demasiada atención.
Ahora que nos
acercamos lentamente en el medio plazo al fin del confinamiento o, al menos, a
su suavización y, al mismo tiempo, han llegado a las farmacias e incluso las autoridades
las facilitan, el interés se acrecienta.
Esta misma
mañana me ha sorprendido -pues hasta ese momento lo ignoraba- conocer a través
una red social, por la publicación de un técnico en prevención de riesgos laborales
de un sencillo esquema gráfico, que las mascarillas, simplificando, y por lo
que aquí nos interesa, se dividen en dos tipos: las que lo protegen a uno de
contagios exteriores, y las que protegen a los demás del contagio que uno
podría provocar. Algunas cumplen ambas funciones a la vez y, desde luego, tanto
las de fabricación casera como las sanitarias que habitualmente vemos en
quienes las llevan, son del tipo que parece evitar, o al menos reducir, el
contagio a los demás, pero sin que su portador quede protegido en absoluto. Las
“buenas”, por así decirlo, son del tipo FFP2 y, sobre todo, FFP3. Esta
distinción sencilla puede confrontarse fácilmente consultando en internet con
buscadores elementales, obteniéndose información suficiente de publicaciones
solventes, que coinciden en este básico esquema.
El uso de
mascarillas “normales”, por así llamarlas, esto es: caseras, o las que han
terminado apareciendo en farmacias y las distribuidas públicamente, es, a lo
que parece, socialmente útil, en la medida en que reduce la posibilidad de contagio
desde otros. Aunque estas mascarillas no protejan al que las lleva, parece claro
que si las demás personas las usan, se reducirán las posibilidades de contagio
al no protegido que, utilizándolas, tendrá así mismo pocas posibilidades de, a
su vez, contagiar.
Creo que es
necesaria una información clara, terminante y rotunda al respecto, procedente
de las autoridades y difundida por los grandes medios. Fundamentalmente porque da
la impresión de que hay una cierta creencia de que al llevar mascarilla uno mismo
está protegido, y no es así, claramente, pues las que se ven, y son las
disponibles, son las elementales. Esta equivocada convicción podría llevar a
algunas personas a considerarse poco menos que inmunes al contagio y,
consecuentemente, a conducirse de forma imprudente, asumiendo graves riesgos.
Por otra
parte, parece evidente que es preciso como sea conseguir mascarillas “buenas”
en grandes cantidades. Por las imágenes que se suelen ver en televisión, los
sanitarios, agentes de policía, militares, funcionarios, trabajadores,
autoridades y cuantas personas están en la calle en la actualidad a pesar del
confinamiento, usan en parte importante, si no la mayor, por lo que se aprecia,
mascarillas del tipo básico, es decir: no poseen, al menos en un alto número de
casos, protección propia. Es urgente dotarles de esta protección individual.
Sería ofensivo explicitar las razones para ello.
Si no hay, no
hay. Esto es obvio. Doy por hecho que se hace cuanto se puede para importarlas.
Sólo me pregunto: ¿tan difícil es fabricarlas en España, adaptando cualquier
línea de fabricación existente y en la actualidad sin uso o utilizada a bajo
rendimiento?. Digo esto porque al igual que técnicos nacionales han diseñados
respiradores, con una tecnología compleja, dadas sus funciones, controles y
exactitud de parámetros de uso, no se entiende que no puedan diseñarse
mascarillas de los tipos que procuran protección propia, además de proteger a
los demás, cuya tecnología, cierto que desde un punto de vista profano, no
parece muy compleja, al menos en términos relativos, dado que su funcionamiento
es básicamente mecánico, por vía de filtros.
Tomares, 13.04.20
FERNANDO AGUILERA
LUNA Abogado
c/ Valdés
Leal, nº 6 41.940 TOMARES (Sevilla)
tf.
954156763 fax 954155395 fernandoaguilera02@hotmail.com
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